[Paseíto por Chile] Día 13. Vuelta a y por Punta Arenas

Después de dejar el hotel emprendimos el camino de vuelta hacia Punta Arenas «disfrutando» de una copiosa nevada, os podéis imaginar que 230 km nevando no se hacen muy agradables, es por ello que no hay fotos. No era una nevada de «¡Oh, qué bonitos pedazos de cielo que nos honran con su presencia!» sino más bien rollo «¿Este puto infierno blanco nos permitirá llegar en las cerca de 20 horas que quedan para que salga el vuelo?»

Bueno, como buen andaluz he exagerado un poco, realmente en ese plan sólo fue algo más de la mitad del trayecto, pero lo suficiente para requerir toda nuestra atención, y que realmente eran malas condiciones para hacer fotos, y para pararse a echarlas.

Cuando por fin llegamos a Punta Arenas, tomamos posesión de la habitación de hotel y salimos a pasear y almorzar, tiene cosas bonitas esta ciudad, y es muy conocido su cementerio, que, aunque dimos una vuelta por él, a mí siguen sin llamarme mucho estas cosas como atracciones turísticas. Si disfruté más del cotidiano paseo y gastronomía. Porque eso sí, nos dimos un homenaje cenando en un buen restaurante, como veréis ¡la vajilla era de las buenas! :p

Cena en Punta Arenas

El mapa del día:

[Paseíto por Chile] Día 12. Parque Nacional Torres del Paine

Después de levantarnos y desayunar en el refugio El Chileno emprendimos el camino de vuelta hacia el coche para recorrer lo que pudiésemos de parque por caminos. Así, tras varias paradas y algunas fotos, llegamos a este salto, el cual separa los lagos Nordenskjold y Pehoé. Me pareció espectacular el color del agua, preciosa.

Día 12. Salto Grande//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

En las postrimerías del lago Nordenskjold y antes del Salto Grande (¿o son parte de él?) están estos rápidos.
Para completar la postal tenemos los Cuernos del Paine a la derecha, y el Cerro Paine Grande en el centro, aunque las nubes tapan las cimas, entre ellas la Principal, de 3050 msnm, la más alta de la zona.

Día 12. Rápidos//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Reflejados sobre el lago Pehoé vemos el Cerro Paine Grande (lo que dejan las nubes), y los Cuernos del Paine a la derecha, con la característica unión de oscuras rocas sedimentarias (Arcillolita o lutita, según me ha chivado Esther) sobre el más claro granito.

Día 12. Lago Pehoé//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

El lago Pehoé acaba en el Salto Chico, continuando el curso del muy azul río Paine. Del salto no tengo ninguna foto que me acabe de convencer, pero del río sí me gusta mucho ésta, sobre todo su inmensidad azul.

Día 12. Río Paine//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Al final le cogimos gusto a eso de comer contemplando un glaciar, y nos sentamos en la orilla del lago Grey, orilla que es una especie de playa formada sobre un istmo morrénico que comunica con una isla y viene a dividir el lago. Y es que la vista es bien bonita con todos esos témpanos flotando en el lago, témpanos que proceden del glaciar Grey, que se ve asomar al fondo en el centro de la foto; a su derecha, el Cordón Olguín, y nuevamente el Cerro Paine Grande, y los Cuernos.

Día 12. Lago Grey//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Aquí se ve algo más de cerca un inmenso témpano sobre el lago Grey, y también, un poco mejor, parte del glaciar homónimo, y flanqueando el Cordón Olguín. Me fascinó el fuerte color azul del hielo, debo decir.

Día 12. Iceberg//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Después de salir del Parque Nacional Torres del Paine, de camino a Puerto Natales paramos en la Cueva del Milodón, impresionante y amplia caverna donde se encontrarón restos de este enorme y extinto mamífero.

Día 12. Cueva del Milodón//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Y el mapa del día:

[Paseíto por Chile] Día 11. Torres del Paine

Después de levantarnos muy temprano y dejar en una taquilla del hostal la parte de equipaje que no íbamos a necesitar ni cargar estos dos días, nos encaminamos hacia el Parque nacional Torres del Paine, debiendo entrar por la Portería Sarmiento y dar un pequeño (pero bonito) rodeo ya que el acceso por la Portería de Laguna Amarga estaba cerrado por obras.
Y bueno, tras abandonar la carretera CH-9, ya por caminos de ripio, aún antes de entrar al Parque, fuimos disfrutando de la belleza del cautivador macizo montañoso.

Día 11. Camino a las Torres//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Siguiendo por los caminos del parque bordeamos varias lagunas, pero esta fue particularmente bonita por el reflejo en el agua. De hecho no tengo claro si es la laguna de los cisnes o la Larga, por la geolocalización debería ser la primera, pero viendo los mapas dudo por si no pudiera ser tan grande como parece en la foto.

Día 11. Laguna de los cisnes//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Tras dejar el coche en el aparcamiento del hotel las Torres emprendimos la ascensión hacia el mirador de la Base de las Torres, aunque previamente pararíamos en el refugio El Chileno para dejar la mayor parte del equipaje y no cargar tanto hacia las Torres, ya que de todas formas habríamos de volver a dormir, y el desnivel era considerable. Si no recuerdo mal el refugio está en la última zona arbolada que se ve al final del valle; y si no me equivoco, el mirador quedaría delante de la pared bicolor a la izquierda.

Día 11. Subiendo a las Torres//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Aquí mis intrépidas compañeras de aventuras, posando con un cartel que muestra el perfil de la excursión que hicimos, creo recordar que eran unos 9 kilómetros del Hotel a la Base de las Torres, y unos 700 metros de desnivel, y vuelta al refugio, que estaría a mitad de camino, más o menos. Un paseo muy agradable, y además, con muy buen tiempo, al parecer cosa no muy común por allí. De hecho, nuestra intención primera era haber subido al día siguiente, pero para entonces daban mal tiempo, así que cambiamos un poco los planes para poder disfrutar de unas buenas vistas.

Día 11. Compañeras//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Al poco de dejar la mayor parte de la carga (todo menos la comida, el agua, y ropa de abrigo) cruzamos de nuevo este bonito riachuelo para seguir la ascensión.

Día 11. Río//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Era ciertamente desolador ver los restos del gran incendio de 2011, que quemó 17600 hectáreas de bosque por culpa de la negligencia de un turista que hizo una fogata de papel higiénico.

Día 11. Horror//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Sirva esta foto como testimonio de mi presencia en esta maravilla de sitio, la foto la tomó Esther, que tiene buena mano, se nota, ¿verdad?

Día 11. Posado frente a las Torres//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Ésta es la maravillosa vista que uno encuentra tras la incómoda travesía por una canchalera en el último tramo de la ascensión. Tuvimos mucha suerte con el tiempo, y no había nubes que nos entorpecieran la vista.
Y es que, pensad que si el lago está a unos 800 msnm, y la torre central llega a 2.800 msnm, hay cerca de 2.000 metros para que se pongan nubes en medio, cosa bastante fácil.

Día 11. Torres del Paine//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Nuevamente comimos con unas bonitas vistas y permanecimos extasiados contemplando la belleza del paisaje. Eso sí, gracias a la alta concentración de turistas ruidosos, fue algo más estresante. Uno podría pensar que al ser el acceso algo más complicado de lo habitual en atracciones turísticas, se podría disfrutar de una plácida estancia; pero no, hay gente que no sabe leer o ignora los carteles de no gritar o no pasar de cierto punto, por lo que gritaban como demonios y provocaban peligrosos desprendimientos de rocas que iban a parar a este bello lago; provocando también mis rezos a Darwin para que hiciese su labor.
Así que, tras un par de horas, cuando ya empezaba a cerrarse el cielo, bajaba la temperatura, y ya que Darwin no se manifestaba, emprendimos el camino de vuelta al refugio, no sin gran nostalgia por la belleza que dejábamos atrás.

Día 11. Lago//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Llegamos a tiempo al refugio para ver ponerse el sol entre las torres, otro bonito espectáculo que tuvimos la suerte de contemplar.
Por cierto, os hago notar algo que a mí me llamó mucho la atención, y es el doble color del macizo de roca, debido a que son dos tipos muy diferenciados… Esther, nuestra geóloga de cabecera, nos explicó muy bien todo ello, pero no lo recuerdo demasiado bien. Creo recordar que la parte clara era roca granítica, y la oscura, sedimentaria. Disculpadme si digo alguna barbaridad, es cosa sólo atribuible a mi ignorancia.

Día 11. Puesta de sol entre las Torres//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Y, por último, el mapa del día:

[Paseíto por Chile (y Argentina)] Día 10. De El Calafate a Puerto Natales

Aprovechamos un alto en el camino hacia Puerto Natales para hacer un poco el tonto con una señal de peligro por vientos patagónicos.
Afortunadamente no soplaba en esos momentos más que una leve brisa; y es que los vientos pueden ser tan fuertes como para volcar un autobús. Nuevamente tuvimos suerte y apenas nos molestó, pero sí se podía apreciar en árboles cerca de la carretera su poderoso efecto, creciendo éstos prácticamente en horizontal.

Día 10. Vientos patagónicos//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Para ir a Puerto Natales desde El Calafate por carreteras asfaltadas tuvimos que dar un pequeño rodeo por La Esperanza, para entrar a Chile por el Paso de Cerro Dorotea. De manera que hicimos más kilómetros pero, en teoría, en menos tiempo y más cómodos. Creo recordar que fueron unos 350 kilómetros, pero ya os podréis imaginar que con estas vistas, no pesan.
En esta foto ya se pueden distinguir las Torres del Paine.

Día 10. The road//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Atravesamos la frontera entre Argentina y Chile por el paso Dorotea con algo de preocupación por si por error habíamos dejado algún alimento que no se pudiera introducir en Chile (son muy estrictos), y, sobre todo, porque fueran capaces de encontrar la fuente de un tufillo a marihuana que de vez en cuando invadía el habitáculo; nosotros desde luego no conseguimos encontrar nada y dudamos si pudiera ser un olor parecido que entrara a veces del exterior.
Lo cierto es que por tener la cara que tenemos, por ser turistas o por lo que sea, los trámites en la aduana que veíamos que se eternizaban para los locales, para nosotros fueron rapidísimos y se limitaron a una leve inspección del coche. sin que a los perros les llamara nada la atención, supongo que realmente no habría nada escondido en el coche.
Ya en Puerto Natales nos dedicamos a pasear, abastecernos para los próximos días, preparar el equipaje para los dos días siguientes en Torres del Paine y hacer alguna foto chula, como ésta 😉

Día 10. Puerto Natales//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Aquí tenéis el mapa del recorrido:

[Paseíto por Chile (y Argentina)] Día 9. El Perito Moreno

Después de desayunar tomamos el coche para dirigirnos hacia el Parque Nacional Perito Moreno.
Al final, teniendo nuestro propio vehículo, pensamos que sería mejor idea ir con él en lugar de contratar alguna excursión de entre las muchas que se ofertan.
El caso es que yendo de camino hacia el Parque divisamos varios cóndores en vuelo, aunque no estaban cerca, más o menos aceptablemente, pude fotografiar a estos dos. Creo que la foto no hace justicia a su majestuosidad ni a su envergadura, son realmente colosales.

Día 9. El vuelo del cóndor//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Tras pagar la entrada al Parque en el acceso al mismo, nos dirigimos a contratar un crucero por el lado sur del Glaciar Perito Moreno, tal y como nos habían recomendado en el hostal. No habiendo probado el correspondiente en el lado Norte, por lo que no puedo comparar, éste me pareció muy recomendable, de manera que, si el otro es aún mejor, éste sigue siendo bueno.
El crucero nos llevó a recorrer todo el frente sur del Perito Moreno, acercándose a algo más de cien metros en algún momento, por lo que recuerdo. Aquí tenéis una panorámica tomada desde el barco.

Día 9. Conociendo al señor Moreno//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Y aquí las guapas amigas posando en el barco frente al glaciar. Para haceros una idea, pensad que la pared tiene unos sesenta metros de alto.

Día 9. Las chicas con Moreno//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Ahora casi todo el frente sur del glaciar, asombroso.

Día 9. Impresionante glaciar//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Ya nos alejábamos de él, y no podíamos dejar de mirarlo.

Día 9. Alejándonos//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Después del crucero, retomamos el coche y seguimos hacia la zona de las pasarelas-mirador, desde allí, nada más empezar, nos encontramos con esta panorámica.
A mí fue de las que más me impresionó, ya que con la maravilla de día que nos hizo, se nos perdía la vista y no llegábamos a vislumbrar el inicio del glaciar, realmente fascinante.

Día 9. Perito Moreno desde lo alto//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Seguimos recorriendo las pasarelas y yo, que hasta ahora me había cortado bastante a la hora de tirar fotos, no podía parar de disparar mi cámara, estaba fascinado. Por supuesto, 18 mm eran demasiados, por lo que, intentando capturar su grandeza, hice numerosas fotos para componer luego panorámicas como ésta.

Día 9. Perito Moreno//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

El barquito que se ve es de los que hacen el crucero por el lado norte. A pesar de la perspectiva, igual ya os hacéis una idea de lo que estamos hablando aquí. 😉

Día 9. Glaciar y barco//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Otra cosa que me llamó mucho la atención fue el fuerte color azul que tenía el hielo en algunas partes, y lo escarpada que se veía la parte superior del glaciar.

Día 9. Detalle entre los árboles.//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

En esta panorámica se puede apreciar como la lengua del glaciar llega a tocar el extremo de la península dividiendo el lago Argentino en dos partes, pudiendo provocar diferencias en el nivel del agua de hasta 30 metros, por lo que he leído.
El empuje del agua provoca impresionantes derrumbes y bonitas arcadas.

Día 9. Cerrando el lago//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Una de las ventajas de ir con nuestro propio vehículo fue que nos pudimos entretener cuanto quisimos, por lo que almorzamos plácidamente sentados frente al Señor Moreno, y pudimos contemplarlo durante horas después que las hordas de turistas hubieran abandonado ya el parque en sus estrictos autobuses…

Día 9. Fascinadas//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Aquí se puede ver un trozo de pared del glaciar, ved lo azul que es. Otra cosa impresionante son los crujidos del hielo, ¡vaya cómo suenan!
De vez en cuando, estos crujidos venían acompañados de algún pequeño (o no tanto) derrumbe.

Día 9. Pared//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Quizás aquí se aprecia un poco mejor lo agresivas que me parecían las aristas de la parte superior de la lengua del glaciar.

Día 9. Aristas//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

El glaciar en todo su esplendor.

Día 9. Perito Moreno//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Impresionante cómo se perdían los inicios de la lengua montaña arriba.

Día 9. Lengua//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Otra vista (más) del glaciar.

Día 9. Perito Moreno//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Volviendo ya hacia el Calafate, no podíamos evitar volver la vista para dar un último vistazo a nuestro amigo. Fue un placer conocerle y pasar este glorioso día con él.

Día 9. Perito Moreno//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Antes de llegar a El Calafate nos desviamos para asomarnos a la parte norte del lago, punta Bandera, que aunque no se llegaba a ver el glaciar, también es una vista bonita.

Día 9. Lago Argentino//embedr.flickr.com/assets/client-code.js

Y aquí el mapa del día: